En un giro inesperado en la política nacional, la presidenta del Perú, Dina Boluarte, ha denunciado la existencia de un nuevo tipo de amenaza contra su gobierno: el «Terrorismo de Conversación». Durante un solemne discurso en la conmemoración del Combate de Angamos, Boluarte acusó a ciertos sectores de la prensa opositora de estar involucrados en esta nueva modalidad de terrorismo, cuyo objetivo sería tergiversar sus declaraciones y, según sus palabras, «hacer parecer que mis ministros no saben lo que hacen, cuando en realidad es todo lo contrario, solo están tomando un descanso estratégico de la coherencia».

“La guerra ha cambiado,” declaró Boluarte frente a la Marina de Guerra del Perú. “Ahora ya no se lucha con balas, sino con palabras, y estas palabras se usan como armas de destrucción masiva de reputaciones. Estamos enfrentando un Terrorismo de Conversación, donde la mentira se propaga en tertulias y cafecitos, en noticieros y podcasts, con la única intención de sembrar el caos y la confusión dialéctica.»

Para enfrentar esta crisis retórica, la presidenta ha solicitado ayuda internacional. En una movida sin precedentes, ha pedido a la C.I.P.O.L (Coalición Internacional de Políticos Ofendidos por la Libre Opinión) que envíe a uno de sus mejores agentes: el inspector Mijaíl Garrido Lecca. Conocido por su amplio dominio en el arte del periodismo de conversación y experto en tácticas «antiburrersivas» de diálogo y plática, Garrido Lecca asumirá el título de Zar contra el Terrorismo de la Dialéctica. «El inspector Garrido Lecca ha demostrado en múltiples ocasiones que no hay mesa redonda que no pueda desmantelar, ni café filosófico que no pueda neutralizar», dijo Boluarte con visible alivio.

Junto a él, se suma al equipo de élite el comandante Jorge Angulo, jefe del escuadrón semiótico de la Policía Nacional. Angulo, célebre por haber desencriptado el misterioso mensaje que el luchador Yuri Boyka envió a sus fans peruanos, quienes presuntamente planeaban iniciar un «levantamiento de conversación» en los bajos mundos de los grupos de Telegram. “El comandante Angulo es nuestro crack de la semiótica”, señaló la mandataria, “él entiende lo que otros no ven: las metáforas que son bombas de relojería y los sarcasmos que son minas terrestres».

En su plan de lucha contra este nuevo tipo de terrorismo, Boluarte indicó que se pondrán en marcha estrategias como el Operativo Cero Ironía, un programa destinado a detectar sarcasmos hostiles y memes peligrosos antes de que puedan causar estragos en la percepción pública de su gobierno.

“No nos dejaremos engañar por la falsa narrativa,” sentenció Boluarte. “El Perú es un país resiliente, pero también necesita ser un país silencioso. Que hablen de economía, pero que no hablen tanto”. Las redes sociales serán monitoreadas de cerca, pues, según la presidenta, “donde antes había conspiradores, ahora hay tuiteros”.

A pesar de las críticas, Boluarte se mantiene optimista sobre el futuro del país, siempre y cuando el Terrorismo de Conversación sea controlado. «El diálogo es importante, pero que no se malinterprete: solo habrá lugar para el tipo de conversación que reafirme lo que ya sabemos, o sea, lo que yo diga», concluyó con una sonrisa.