Huallaga Vice
Hubo una vez un equipo peruano que no tuvo mejor ocurrencia, esta vez sí
para variar, que comenzar a ganar todos sus partidos. Los ganaba como si
estuviera acostumbrado, como si en ello se le fuera la vida. En medio de la
algarabía, el frenesí, la chupadera, el orgullo, la alegría, los hinchas empezaron
a corear: “¡Sí se puede!”
Recién nos dimos cuenta de que podíamos, por eso lo gritábamos, para no
olvidarnos. Este gran descubrimiento fatalmente se pierde dos días después, al
menos para el futbol. Pero cada vez que triunfamos en el vóley, en alguna
actividad que implique esfuerzo, en una competencia que no estábamos
acostumbrados a ganar, entonces otra vez gritamos con fuerza vencedora: “¡Sí
se puede!” parece que solo en esos escasos momentos de gloria nos damos
cuenta de que bueno, ¡ejem! Sí se puede. Pero, ¿Por qué diablos los peruanos
no podríamos? ¿Es que toda nuestra vida la pasamos pensando en que no
podemos?
Para resolver esas dudas y plantear su solución el profesor Feerz Shoushinagan
se presentó en el Conversatono Anual de Medios Abstractos y Concretos que se
celebra todos los años en El Salón Dorado de la Municipalidad de Los Olivos
bajo los auspicios de Cementos El Roble, su ponencia se llamó justamente: El
derrotismo del habitante promedio peruano en relación con su
identidad destructuralizada.
-“… luego de tantas derrotas militares, oportunidades perdidas para ser
superpotencia, rapto del Huáscar, caudillos en vez de dirigentes, guerritas
civiles y de llenar cuartos de oro y plata para rescatar a nuestro emperador, es
lógico que los peruanos salgan derrotados del vientre de su madre, esos niños
a los cuales en la escuela se les enseña que todos sus héroes, únicos hombres
de valía que existieron en el país fueron a la tumba antes de tiempo, muertos
por el enemigo invencible, esos alumnos y más tarde profesionales, no tienen ni
el tiempo ni las ganas para triunfar, sentirse optimistas, reconocer al país como
propio para labrar su grandeza. Antes prefieren saquearlo antes de que lo haga
otro que ponerse a desarrollarlo. ¿Por qué? Porque no tienen identidad
nacional, no sienten que esta tierra es suya sino del otro, del adversario, del
enemigo, del exterior, estamos, nos encontramos sitiados, colonizados,
infestados, rendidos en nuestra propia tierra.”
Shoushinagan que posee un doctorado en Comunicación neuronal y menoss-
media de la universidad de Principita en Oslo no quiso solo ofrecer un
diagnóstico para nuestra enfermedad sino que invocó una solución basada en
sus rigurosos años de estudio en nuestra patria, lejos de su natal Noruega.
-“…una sola película mostrando la fuerza de Túpac Amaru triunfando en
Sangarará bastaría para subirnos la moral, la película finalizaría antes de que lo
agarraran los caballos, en todo caso podríamos contratar al señor Gibson para
que nos haga una igualita a Corazón Valiente. Imagínense al Huáscar del
mismo modo que “A la caza del Octubre Rojo” hasta podemos poner a Sean
Connery como Miguel Grau; yo estoy seguro de que si se le habla bonito, Ridley
Scott haría gustoso Ollanta teniendo como estrella a Arnold Schwarzenegger,
como Picqui Chaqui estaría Danny de Vito; Tom Cruise se moriría de ganas por
ser Andrés Avelino Cáceres en las Aventuras del Brujo de los Andes peleando
contra diez mil chilenos y cien mil ingleses invasores en una versión un poco
licenciosa pero válida para la taquilla. Mis estudios indican que una película
mostrando a Tupac Yupanqui descubriendo Australia al mando de veinte mil
submarinos de totora sería mil veces mas eficiente que una flota de Eurofighter
que nos defienda de todo mal. Gastaríamos menos plata en hacer películas
donde SI PODAMOS que en comprar fragatas de la época de la tía Chucha de
Berlusconi. Chuck Norris podría ser Bolognesi, Jackie Chan el Cholo Sotil, Miami
Vice sería Huallaga Vice …”
Inconmensurable sería la tarea de poner toda la perorata del insigne profesor
noruego en esta revista, convencidos de que habrán podido absorber lo más
importante de su propuesta para si es posible difundirla y si tienen plata
realizarla, solo nos queda invitarlos a su próxima alocución a realizarse en
Diciembre en la Sala de Honras de la Municipalidad de Zapallal.

