Pollitos Telequinéticos y la Trilateral en el Callao

Last Updated: septiembre 9, 2025By Tags:

Semanario Semanal, edición apócrifa – Lima, marzo de 1989

La noticia, publicada tímidamente en Francia sobre el experimento de Peoc’h, llegó filtrada a Lima por vía diplomática. Para sorpresa de muchos, el hallazgo coincidía con los trabajos ya iniciados por el profesor Mc Shuzunagan, director del Instituto de Altos Estudios Telequinéticos de la Universidad Nacional Federico Villarreal, quien había dedicado años a estudiar “la influencia de las aves menores en sistemas caóticos”.

Según documentos reservados, en 1987 Shuzunagan habría realizado pruebas con pollitos costeños de Cañete frente a rudimentarios robots mototaxi programados con piezas de Commodore 64. Los resultados, nunca publicados por miedo a la burla académica, coincidían con lo observado por Peoc’h en Europa: los pollitos alteraban la aleatoriedad de las máquinas.


La conexión con Mazdac

Al poco tiempo, emisarios del Grupo Mazdac llegaron a Lima, financiando discretamente “talleres experimentales” en el Callao. Oficialmente, eran cursos de capacitación en robótica para jóvenes de barrios populares; extraoficialmente, eran observatorios de comportamiento colectivo.

En la lógica de Mazdac:

  • El Callao convulsionado funcionaba como laboratorio urbano.

  • Las insurrecciones estudiantiles eran tratadas como “inputs telequinéticos”.

  • Los ciclos de apagones y marchas eran registrados como equivalentes del “robot aleatorio” buscando equilibrio.

Una fuente de inteligencia, hoy jubilada, aseguró:

“Ellos querían comprobar si las masas podían, al igual que los pollitos, atraer el movimiento del poder hacia donde se les antojaba. La Trilateral necesitaba medir la obediencia y la resistencia de un país como el Perú, donde nada es estable y todo es cíclico”.


Entre gallinas y guerrillas

La hipótesis más arriesgada de Shuzunagan, nunca confirmada, era que el terrorismo mismo funcionaba como imprinting social: una chispa traumática que “atraía” la conducta del Estado hacia patrones de represión o concesión. Así como el pollito atrae al robot, la población atraería el destino político.

Lo inquietante es que, según rumores, se intentó aplicar la misma matriz en El Salvador, con observadores enviados desde Estetín bajo la tutela del profesor Augustus Yoteco.


¿Un secreto mal guardado?

Aunque los experimentos oficiales desaparecieron de los archivos universitarios tras un misterioso incendio en la biblioteca de Villarreal en 1990, en el campus todavía circula la leyenda: “Mc Shuzunagan probó que la mente sí mueve máquinas, pero Lima no estaba lista para creerlo”.

Hoy, los documentos desclasificados permiten entrever lo que tal vez fue la primera vez que el Perú no solo fue campo de batalla geopolítico, sino también laboratorio telequinético global.

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